Santa Cruz de Tenerife 02-12-2009 11:25
50 años de intentos de urbanizar y especular con la playa de Las TeresitasJosé Antonio Maíllo (Efe). Santa Cruz de Tenerife
http://www.canariasaldia.com/noticia.php?noticia_id=161139En enero de 1957, Enrique Torres, General Jefe de Artillería de Canarias, informó con cierta sorpresa al Capitán General de Canarias, Alfredo Erquicia, que, según un diario local, existía un proyecto para urbanizar la playa de Las Teresitas que sitúa un hotel encima de "su" batería militar, sin sospechar que nacía el primer intento de urbanizar y especular con la playa santacrucera.
El investigador Pedro Medina Sanabria, que tuvo acceso a dicho escrito en el Archivo Intermedio Militar de Canarias, aseguró que ese proyecto, elaborado por el ingeniero Ramón Iribarren, lo recogía el periódico La Tarde que publicaba un croquis donde efectivamente colocaba un hotel para turistas encima de la Batería G-10 del Regimiento de Artillería de Costa de Tenerife.
Ese proyecto no prosperó, "¿como iban a construirse un hotel en una zona militar con Franco?", indica el investigador.
En 1964, los ingenieros Pompeyo Alonso y Miguel Pintor, diseñaron un proyecto para la playa de Las Teresitas, donde advertían de que la playa, tal y como estaba entonces, "desaparece totalmente en las pleamares ordinarias y otros días resulta peligrosa por el oleaje levantado por los vientos reinantes que aumentan su intensidad de junio a septiembre".
Ambos ingenieros advierten también que las antiguas playas santacruceras (la playa de Ruíz, San Antonio y Los Melones) han sido absorbidas por el puerto y plantean crear una playa artificial en Las Teresitas.
Según este proyecto, "primero diseñan el dique de abrigo que permita la construcción de la playa, la que se conseguiría, elevando el fondo del mar, mediante el vertido en la zona adecuada, de los desechos de la cantera que se explotan para las obras del dique".
Posteriormente se colocaría sobre estos desechos una capa de arena de 1 metro de espesor que se podría obtener de la misma playa, antes de su relleno, o por dragado de la zona inmediata.
"A los dos conspicuos ingenieros no se les escapa que la obra resultaba muy costosa, y que era necesario conseguir financiación, y para ello idean urbanizar Las Teresitas", agrega el investigador histórico.
Planean que junto a la playa se obtuvieran terrenos edificables que permitirían la creación de un centro turístico de gran importancia; con la venta de los terrenos creados y la revalorización de los inmediatos, obteniendo para la playa, espacio para construir una avenida de 40 metros de ancho y 40.000 metros cuadrado como zona edificable, contando solamente los terrenos ganados al mar.
En 1964 se constituye la Junta de Compensación Playa de Las Teresitas que agrupa a los propietarios de los terrenos con fines de urbanización.
Seis años después se construye la escollera y empieza a convertirse la playa, aún de arena negra, en una inmensa piscina salada donde el oleaje a penas se nota.
En 1970 se traen desde el desierto del Sahara cuatro millones de sacos de arena rubia que tapizan la playa.
A partir de entonces, el impulso para urbanizar la zona se desorbita; los terrenos colindantes cambian de propietario; hay fuentes que hablan de
expolio y otras de "pelotazo de libro", como el portavoz parlamentario socialista Santiago Pérez.
En la actualidad, la mayoría de los cargos orgánicos de la Junta de Compensación de la Playa de Las Teresitas están
imputados como presuntos autores de un delito de apropiación indebida.
"La historia de la gran depredación de Las Teresitas", comenzó hace más de medio siglo; se inicia durante el mandato del alcalde Gumersindo Robayna
(1955-1960), siguió con Joaquín Amigó de Lara
(1960-1965), con Pedro Doblado Claverie
(1965-1970), y "recibe un impulso decisivo con
Manuel Hermoso, que apoya las decisiones de la Junta de Compensación", recordó Pedro Medina.