Emisiones en América Latina y el CaribeJames Painter
BBC, Analista
Climate change map2007 Emisiones de CO2 en América Latina y el Caribe (del sector energético)

País - Millones de toneladas de CO2* - CO2t/p.c.
México 453 4,2 13
Brasil 398 2,1 17
Venezuela 172 6,6 27
Argentina 166 4,1 29
Chile 65 4,0 50
Colombia 64 1.5 51
Trinidad y Tobago 47 38 62
Puerto Rico 37 9,3 71
Perú 32 1,1 74
Ecuador 28 1,9 76
Cuba 25 2.2 78
República Dominicana 19 2,0 85
Panamá 15 4,5 89
Bolivia 14 1,4 92
Jamaica 13 4,7 94
Guatemala 12 0,9 99
Honduras 7,9 1,0 109
Uruguay 7,5 2,2 110
Costa Rica 6,8 1,6 114
El Salvador 6,4 0,9 116
Bahamas 5,1 16.8 123
Nicaragua 4,9 0,9 124
Paraguay 3,8 0,6 133
Guyana 1,6 2,1 157
Barbados 1,4 4,9 159
Los que más emitenChina 6.284 4,8 1
EE.UU. 6.007 19,9 2
Rusia 1.672 2,11 3
India 1.401 1,2 4
Fuente: Administración de Información Energética (EIA)
* Las cifras no incluyen emisiones debidas a cambios en el uso de la tierra (deforestación).
Según el Instituto Mundial de Recursos (CAIT), éstas constituyen el 46% del total de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Si esas cifras se incluyeran, Brasil figuraría como el quinto en la lista de principales emisores.
Además, varios países de la región además estarían entre los primeros 30 si se utilizara la medida de emisiones per capita:
Belice (1), Guyana (2), Panamá (14), Trinidad y Tobago (15), Venezuela (24), Nicaragua (27) y Bolivia (28).
Ranking global de acuerdo al total de emisiones
ArgentinaEs miembro del grupo negociador G-77 y tiene una postura crítica hacia los países industrializados que
se niegan a reducir sus emisiones.
No aboga por temas de cambio climático con tanta fuerza como otros países del G-20 (Brasil y México), pero sí pide enérgicamente que se provea a los países en desarrollo de tecnologías adecuadas.
El gobierno argentino no ha anunciado qué medidas adoptará para mitigar los efectos del calentamiento global.
Vulnerabilidad:
los modelos climáticos indican que las
lluvias aumentarán en algunas partes del país y disminuirán en otras.
Un aumento provocaría
inundaciones en el noreste y centro del país, incluyendo Buenos Aires, así como a lo largo del río Paraná.
Si el nivel del agua sube, las áreas costeras del estuario del Río de la Plata se verían afectadas.
El volumen de los
glaciares (hasta 25ºS) está disminuyendo aceleradamente.
Según un estudio de 2006, la producción hidroeléctrica del área sureña de Comahue, que actualmente produce más de un cuarto de la energía hidroeléctrica del país, se reduciría en casi un tercio para la década de 2020 debido a una caída en los niveles fluviales.
BoliviaEs miembro del ALBA -junto con Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Venezuela-, grupo que hace énfasis en la responsabilidad histórica de los países industrializados respecto al calentamiento global.
Rechaza cualquier reducción en las emisiones en los países en desarrollo, se opone a las soluciones para la deforestación que provengan del sector privado y está a favor de que los gobiernos occidentales desembolsen grandes sumas para ayudar a la adaptación.
Apoya la creación de un tribunal climático internacional que “haga a los países industrializados pagar su deuda climática”.
El presidente Evo Morales es un firme promotor del principio de los pueblos indígenas de vivir en armonía con la naturaleza.
Bolivia cuenta con un influyente grupo civil de presión social para el cambio climático conocido como la Plataforma.
Vulnerabilidad:
Bolivia alberga cerca del 20% de los
glaciares tropicales del planeta.
Ciudades como La Paz y El Alto son particularmente vulnerables al
derretimiento acelerado de los glaciares ya que gran parte del agua que beben sus habitantes proviene de ellos.
Cerca del 40% de su energía proviene de la hidroelectricidad.
Miles de campesinos pobres dependen del derretimiento de los glaciares para regar sus cultivos.
Episodios de clima extremo podrían causar más
inundaciones y sequías en diferentes áreas del país.
BrasilEs un miembro muy influyente del grupo negociador G-77 y ha adoptado históricamente la
postura –compartida por China e India- de que los países desarrollados deberían ser los primeros en realizar reducciones profundas de sus emisiones.
No obstante, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció que Brasil está dispuesto a reducir entre 36 y 39% de la cantidad de emisiones proyectada para 2020.
Gran parte de estos cortes provendría, señala, de una disminución del 80% en la deforestación para 2020 y el paso de carbón mineral a carbón vegetal.
Además Brasil continuaría dependiendo de biocombustibles como el etanol de caña de azúcar.
El país es una voz de peso en las negociaciones sobre Reducción de Emisiones por la Deforestación y la Degradación (REDD) y se inclina más por el financiamiento con dinero público por parte de los gobiernos que por parte de los mercados privados.
Noruega se comprometió a contribuir con US$1.000 millones durante siete años bajo la condición de que la deforestación disminuya todos los años.
Vulnerabilidad:
El modelo climático del Centro Hadley advierte que un aumento de 2ºC en la temperatura global provocaría una
pérdida de la selva amazónica de entre 20 y 40% en el próximo siglo, mientras que un aumento de 4ºC acabaría con el 85%.
Gran parte de la parte este de la Amazonía podría ser
reemplazada por sabana.
La degradación de la selva podría significar una disminución de lluvias y consecuentes
sequías y una menor regeneración de la selva tropical.
A escala mundial, los trópicos son uno de los factores más influyentes en los sistemas climáticos del mundo y la destrucción de grandes partes de la Amazonía podría alterar sustancialmente estos sistemas.
Países del CaribeNegocian como miembros de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, de 42 miembros, particularmente vulnerables a los
aumentos en el nivel del mar.
La Alianza reclama cortes profundos por parte de los países industrializados para garantizar que las temperaturas globales no aumenten más de 1.5ºC.
Aspiran a que las emisiones globales alcancen su punto máximo en 2015 y que para 2050 hayan caído 85%, llegando a un nivel menor al de 1990.
También buscan que los países ricos gasten al menos el 1% de su PIB en reparar “daños infligidos al clima”.
Guyana fue pionero en ofrecer proteger su selva tropical a cambio de dinero extranjero.
En noviembre el gobierno de ese país anunció un acuerdo según el cual
Noruega entregá US$250 millones hasta 2010 para ayudar a evitar la deforestación.Vulnerabilidad:
Según el Banco Mundial, las Bahamas, Surinam, Guyana, Belice y Jamaica son los países más vulnerables ante un
eventual aumento de un metro en el nivel del mar.
Por ejemplo, en Guyana cerca del 90% de la población vive en el cinturón costero que se encuentra a 1,4 metros
bajo el nivel del mar.
Para muchos países caribeños, la combinación del aumento en el nivel marino y una
mayor intensidad de los huracanes debido al calentamiento de los mares causará problemas más inmediatos.
La destrucción de los arrecifes de coral es uno de los muchos problemas que afectan a la industria del turismo.
América Central
(El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá)El Salvador, Honduras y Nicaragua tienden a compartir los puntos de vista del ALBA en las negociaciones.
Panamá apoya tanto la posibilidad de realizar sus propias reducciones en la emisión de gases como las soluciones de libre mercado a la deforestación. Guatemala tiende a no compartir la postura del ALBA.
Vulnerabilidad:
según el Banco Mundial, las pérdidas económicas resultantes de los daños producidos por el
aumento de la intensidad y/o frecuencia de los huracanes podría triplicarse o cuadruplicarse en los próximos quince años.
Los arrecifes de coral y manglares de la región están en gran peligro a causa del calentamiento de los mares.
Las partes bajas de El Salvador y las áreas de la costa pacífica de Costa Rica son susceptibles ante el
aumento del nivel del mar, mientras que Guatemala y Honduras están bajo especial riesgo ante cualquier aumento de episodios de clima extremo.
El modelo del Centro Hadley prevé
caídas importantes en las lluvias en América Central durante las próximas décadas.