Pero hagamos un esfuerzo y pensemos un poco. La NOAA y la NASA son dependientes del gobierno americano, país que es el segundo mayor emisor de CO2 del mundo,. ¿Como podría interesar el cambio climático a los americanos?
El hecho es que una vez más EEUU al igual que China no han firmado el acuerdo en la última cumbre parisina, y aunque de boquilla se comprometen a una reducción de las emisiones de CO2 consiguieron eliminar el artículo que fijaba esa vinculación de forma legal, por lo que NO están obligados a cumplir dicha promesa.
De esta forma EEUU queda como potencia económica que puede continuar con sus niveles de industrialización sin que sus empresas se vean obligadas a desembolsar grandes inversiones en la contención del CO2, presentando de esta forma una mayor competitividad a nivel global, que países firmantes no tendrán. Ya esto solo parece ser una ventaja suficiente como para postularse ante los peligros del cambio climático.
Pero claro, se puede hacer difícil pensar que un país como EEUU, cuna de la democracia y la libertad moderna pueda tener una doble moral.
La historia americana esta llena de ejemplos de esta doble moral y de la utilización de su maquinaria propagandística en base a sus intereses. Hace no tanto (1986) los ayatolas iranies eran los Bin Laden de nuestra época, era el enemigo a batir, y así nos lo hacían ver (curiosamente Bin Laden en esa época no era tan malo ya que colaboraba con la CIA por su labor con la guerra de Afganistan)
Durante la guerra Irak-Iran los americanos apoyaban públicamente a Irak, pero sin embargo vendían armas en secreto a los iranies, dando lugar al conocido como escándalo Irangate. Al final salio a la luz, que la principal intención de esta jugada no era derrotar al malo, malote del cual tanto se hablaba, era simplemente debilitar a ambos gobiernos para evitar la hegemonía de cualquiera de estos dos países en Oriente Medio.
Con esto quiero decir, que no se puede creer todo lo que se lee, y que la maquinaria propagandística por no hablar de los recursos económicos de agencias como NASA y NOAA son muy poderosos.
Ademas es como todo, si papa estado es quien paga, al final los intereses políticos están fijados.
Salvando la distancia, tanto por recursos económicos como humanos, la AEMET es un ejemplo de como una agencia meteorológica puede estar supeditada a los intereses politicos, no en vano el partido político de turno es quien designa a su director y este a sus segundos, lo cual influirá en el devenir de la misma marcando unas lineas de actuación. Pero en esto entraremos otro día